Flúor dental: beneficios y tipos de aplicación

Si hace unos días os hablábamos sobre las caries y de los factores que la producen, hoy nos queremos centrar en una de las medidas que pueden prevenir su aparición, como es el flúor dental.

El flúor dental es de suma importancia en diversas fases, sobre todo en la edad infantil. Eso se debe a sus múltiples beneficios. Pero, ¿de qué manera nos ayuda la ingesta de flúor?

Beneficios del flúor dental

Por norma general, el flúor está destinado a evitar la aparición de las caries, ¡pero no es el único! Vamos a ver por qué es tan importante frente a las caries, así como en otros aspectos muy relevantes de la salud dental.

Protección frente a las caries

Uno de los mayores beneficios que puede tener el flúor es la protección de los dientes. En este sentido, el flúor reduce la solubilidad del esmalte del diente, parte fundamental del diente ante la placa bacteriana que puede generar, posteriormente, la caries. Lo que hace, en definitiva, es dotarle al diente de una mayor dureza.

El ácido descompone dicho esmalte, en un proceso de desmineralización. Precisamente, el flúor es el encargado de remineralizar el esmalte para que la placa del ácido no penetre en la pieza dental. Por si fuera poco, el flúor actúa directamente sobre las bacterias que forman las caries, “desativando” su metabolismo e impidiendo que se adhieran a la placa.

Cuando se utiliza de manera adecuada, el flúor hace que se reduzca en más de la mitad de las ocasiones el número de caries y, sobre todo, reduce la gravedad de los problemas que generan.

Su aplicación, por lo tanto, es recomendada para la época de erupción dentaria -es decir, cuando salen los dientes de leche-, además de los dientes permanentes.

Aplicación y protección del flúor

Dependiendo del modo en el que se aplica, el flúor se puede dividir en dos tipos distintos que vamos a ve a continuación. Este tipo de aplicación depende, en buena medida, de ala fase de desarrollo.

Fluoración sistémica

Por un lado, la protección que ejerce el flúor puede ser sistémica, cuando se están desarrollando los dientes. Es importante en esta fase de desarrollo porque se encarga de sustituir algunos de los cristales que componen el esmalte del diente (los cristales de hidroxiapatita), por otros mucho más resistentes. En este tipo de casos, el flúor se puede ingerir mediante agua fluorada o suplementos. Cabe recordad que, cuando se trata de la ingesta mediante suplementos, tiene que ser preescrito por un especialista.

Fluoración tópica

Por otro lado, la fluoración tópica se encarga de la aplicación externa de los dientes, a sea mediante el cepillado o el enjuague bucal. Su objetivo, como hemos mencionado anteriormente, es el de remineralizar el esmalte dental, un proceso necesario a lo largo de la vida. Por eso, también los adultos deben de aplicarlo también. Lo más cómodo es hacerlo con el cepillado con pasta fluorada, al menos, dos veces al día.

Debido a la importancia del flúor para nuestra salud dental, en Clínica Dental Ferrer de Val-García Ramón tenemos tratamientos específicos de fluoración, dentro de nuestros servicios de odontología preventiva, ¡consúltanos!

Problemas del uso excesivo del flúor dental

Ahora que hemos visto los beneficios de la aplicación del flúor en nuestra higiene bucal, hay que hacer hincapié en que su uso no debe de ser excesivo. Una aplicación desmesurada de flúor es contraproducente.

En este sentido, se puede producir una anomalía denominada esmalte moteado. Se trata de una mancha muy antiestética.

A veces, el exceso de flúor se debe a al consumo de agua que contenga una gran concentración de este mineral. En casos graves,  puede producir la aparición de hiperfluorisis, mediante el cual se produce una obstrucción del proceso de la calcificación del a pieza dental. Este hecho hace que, en Europa, los dentífricos estén obligados a tener un máximo de 1500 ppm (partes por millón).

Como puedes comprobar, el flúor es un componente indispensable, pero con un uso que siempre sea adecuado y supervisado por un especialista.