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¿Qué es un puente dental?
Un puente dental es una prótesis dental fija para reponer una o varias piezas perdidas utilizando las piezas contiguas como apoyo, ya sean piezas propias o implantes. Al igual que con las coronas, conseguimos una estética similar a la del resto de los dientes, recuperando también la funcionalidad perdida. Este tipo de prótesis parciales fijas son la mejor solución para pacientes que han perdido uno o varios dientes naturales, pero que conservan piezas adyacentes sanas.
Los puentes dentales sobre piezas naturales sanas son más económicos que los implantes dentales y constituyen una alternativa funcional y estéticamente muy competitiva. Su principal inconveniente es precisamente que requieren tallar piezas sanas, por lo que es un tratamiento más invasivo que otras alternativas.
Es imprescindible cuidar de forma adecuada de este tipo de prótesis para mantener la salud de las encías y dientes naturales en contacto con el mismo y así extender también su durabilidad, evitando problemas estéticos con el transcurso del tiempo, caries en las piezas naturales de apoyo, o un desgaste excesivo.
¿En qué consiste el tratamiento con un puente dental?
En el caso de no ir colocado sobre implantes, los dientes sobre los que se va a colocar el puente – pilares –, tendrán que ser tallados para poder albergarlo. Los pilares soportarán las cargas que reciba la parte del puente que corresponden a las piezas ausentes.
Una vez los implantes están colocados o las piezas naturales se han preparado para recibir el puente, se tomará una impresión de las piezas a reemplazar y el laboratorio protésico producirá el puente dental cumpliendo con los requerimientos estéticos y funcionales. Si es necesario – fundamentalmente en piezas del grupo anterior y por motivos estéticos – se colocará un puente provisional hasta que el definitivo esté listo. Finalmente, se realizarán las pruebas de ajuste del puente definitivo.
Las técnicas de diseño y mecanizado por ordenador CAD-CAM se han convertido hoy en el estándar en odontología, consiguiendo un ajuste perfecto del puente a sus pilares y a la encía subyacente.
Tipos de puentes dentales
En función del material con que se realizan, podemos distinguir distintos tipos de puentes dentales:
- Puentes de metal-cerámica: Son puentes con una gran relación entre calidad y precio. Constan de un núcleo metálico – cofia que se coloca sobre las piezas talladas – y un recubrimiento de porcelana. La flexibilidad del metal facilita el asiento de la porcelana y evita que ésta se fracture.
- Puentes de cerámica inyectada: Son prótesis fabricadas exclusivamente en cerámica – sin metal o zirconio –. Son puentes muy estéticos, pero pueden ser frágiles y por tanto están contraindicados en pacientes que padecen bruxismo. Por el mismo motivo, se utilizan principalmente en dientes anteriores, que tienen unos mayores requerimientos estéticos y una intervención menor que otras piezas en la masticación.
- Puentes de zirconio: Son similares a los puentes de metal-cerámica, pero la cofia, en lugar de ser metálica, es de un compuesto cerámico de zirconio muy duro. Para su fabricación se utiliza siempre la tecnología CAD-CAM de diseño y mecanizado asistido por ordenador, lo que consigue un ajuste excelente. Desde el punto de vista estético, el zirconio presenta la ventaja de ser de color muy similar al de la propia pieza.
- Puentes de resina: Se utilizan sólo como puentes provisionales.
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